Podrás disfrutar de un desayuno clásico italiano: café, cappuccino, croissant, mantequilla y mermelada, galletas, yogur, leche y cereales, pan tostado, té y galletas o, según tu preferencia, un desayuno internacional con quesos y embutidos, jugos de fruta, tostadas y, en temporada, incluso jugo de naranja recién exprimido. En resumen: ¡pide y se te dará!
*Distancias a vista de pájaro